lunes, 22 de noviembre de 2010

4º ESO. MODELO DE EXAMEN DE LA 1ª EVALUACIÓN. CURSO 10-11

4º ESO. MODELO DE EXAMEN DE LA 1ª EVALUACIÓN. CURSO 2010-2011

NOTA: En el examen real figurará el valor de cada pregunta.

APELLIDOS ............................................................................... NOMBRE ....................
4º D - ESO. EX. 1ª EV. LENGUA Y LITERATURA. CURSO 09-10.

1. Explica los siguientes conceptos, y, si es posible, ejemplifícalos: lenguaje – lengua – habla – lenguaje verbal – lenguaje no verbal – palabra patrimonial – cultismo – doblete – enunciado no oracional

2. Diferenciación entre Fonética y Fonología.

3. *Transcribe fonológicamente las siguientes palabras:
      cigüeña - guerrillero - cochera - virginal

4. Pon un ejemplo de un grupo fónico con las siguientes entonaciones: enunciativa negativa; interrogativa parcial; interrogativa total; imperativa.

5. De qué lengua proceden las lenguas románicas. Cita seis lenguas románicas.

6. Explica qué es la sustantivación y los procedimientos de sustantivación (ejemplifica).

7. *Completa el siguiente cuadro: [Se adjuntará una tabla incompleta de los planos de estudio de la lengua]

8. Características principales del Romanticismo.

9. Espronceda

10. *Analiza sintácticamente las siguientes oraciones simples:
     a) Tu hermana Laura piensa demasiado tiempo en su estúpido novio.
     b) Le hicimos rápidamente un torniquete con un trozo de tela.
     c) La anciana subió muy fatigada los diez escalones de mármol.
     d) Ayer fue detenido en su casa por la policía el asesino del presidente del gobierno.
     e) Todos los inviernos nieva en las montañas más altas.

4º ESO. TEMARIO 1ª EVALUACIÓN. CURSO 10-11

4º ESO. TEMARIO DE LENGUA Y LITERATURA.
CURSO 2010-2011. PRIMERA EVALUACIÓN

TEMA 1. LENGUA: EL LENGUAJE. PLANOS DE LA LENGUA

1. Concepto de lenguaje, lengua y habla.
Importancia del lenguaje. Concepto. Lenguaje verbal y no verbal; lenguaje escrito y oral.
Lengua. Concepto. Variedad de lenguas.
Habla. Concepto. Habla individual, habla colectiva. Variedades del habla.
Norma. Concepto. Función de la RAE.
 
2. Planos o niveles en el estudio de la lengua.
Fónico – Morfosintáctico – Léxico-semántico – Textual [Tabla]

TEMA 2. LENGUA: EL PLANO FÓNICO

1. Diferenciación entre Fonética y Fonología.
    Fonética / Fonología. Sonido /Fonema. Características del sonido / características del fonema. 
    Oposiciones fonológicas. Rasgos distintivos.

2. Sistema fonológico español
    a) Sistema fonológico español. Triángulo vocálico del español
    b) Sistema consonántico del español.

3. Los rasgos suprasegmentales: el acento y la entonación.
    Concepto de rasgo suprasegmental. Acento > palabra; entonación > oración.
    3.1. El acento.
    Concepto. Tónicas – átonas. Palabras oxítonas, paroxítonas, proparoxítonas.
    3.2. La entonación.
    Concepto. Grupo fónico. Tipos de entonación: a) enunciativa (afirmativa, negativa) b) interrogativa (parcial, total) c) exclamativa d) imperativa

TEMA 0. LITERATURA: REPASO DE LAS ETAPAS DE LA HISTORIA DE LA LITERATURA ESPAÑOLA HASTA EL SIGLO XIX [No examen]

1. Literatura de la Edad Media
    1.1. Lírica tradicional
    1.2. Lírica culta

    1.3. Poesía narrativa
    1.4. Prosa medieval
    1.5. Teatro medieval
    1.6. Romancero
2. Literatura del Renacimiento
    2.1. Lírica profana
    2.2. Lírica religiosa
    2.3. Prosa narrativa
3. Literatura del Barroco
    3.1. Lírica barroca
    3.2. Narrativa en el Barroco
    3.3. Teatro barroco
4. Literatura del siglo XVIII. Literatura ilustrada. Neoclasicismo [Fotocopia]

TEMA 1. LITERATURA: EL ROMANTICISMO I [Cuestionario]

1. Concepto de Romanticismo
2. Cuándo se desarrolla el movimiento literario en España
3. Características principales del Romanticismo
4. Etapas en la lírica romántica
5. Espronceda
6. Bécquer

TEMA 3. LENGUA: LA ORACIÓN GRAMATICAL

1. La oración (23).
     El enunciado. Enunciados oracionales y no oracionales. La oración gramatical.

2. Las palabras y los sintagmas (24).
     Estructura de los sintagmas. [Fotocopia con indicaciones para el análisis de la oración simple y la estructura de los sintagmas] SN, SAdj, SAdv, SV, SPrep

3. Estructura de la oración (25). Concordancia en nº y persona.
    SN-Suj + SV-P   
    PN / PV

4. Estructura del SN (26)
    Constituyentes del SN. La sustantivación; procedimientos de sustantivación.

5. Estructura del SV (27)
6. Clases de predicado: estructura del PV y del PN (27) [Fotocopia] [fotocopias]
7. Los complementos del PV (29)
    CD, CI, CC, CRég, CPvo, CAg


LÉXICO:
- Las palabras patrimoniales (32) . Los cultismos. Dobletes. Lenguas romances o románicas.

LECTURA:
- Lectura unidad 1: “El trineo de la muerte”, de Jack London (16). Actividades sobre la lectura.

1º BACHILLERATO. MODELO DE EXAMEN 1ª EVALUACIÓN. CURSO 10-11

1º BACHILLERATO. MODELO DE EXAMEN 1ª EVALUACIÓN. CURSO 10-11

NOTA: el examen real será más corto y se indicará el valor de cada pregunta.


APELLIDOS ............................................................................... NOMBRE................
1ºA-BACH. EX. 1ª EV. LENGUA Y LITERATURA. CURSO 10-11


1. Elementos o factores que intervienen en el siguiente ejemplo de comunicación:

En el Telediario de las tres de la tarde de hoy el locutor ha informado de la muerte del terrorista más buscado en Irak.

2. *a) Si el profesor está algo afónico y no se le escucha bien en clase, ¿cómo se llama esta perturbación?

    *b) Se expresa por gestos y escribe en la pizarra. Al día siguiente ya no está afónico, pero sigue utilizando gestos y escribiendo todo en la pizarra. ¿Qué sería esto entonces?

3. *Señala las funciones del lenguaje predominantes en las siguientes oraciones:

a) Los gallos cantaron al salir el sol.


b) ¡Qué tonta eres, chiquilla!


c) El sustantivo es núcleo del Sintagma Nominal.


d) Prohibido copiar en el examen.


e) Ah, sí, vale... de acuerdo.


f) Vino la tormenta a lomos de nubes percheronas.


g) ¡Ojalá viniera Luisa mañana!


i) Tenga la bondad de pasar.


j) ¿Te falta Tefal?


k) ¡Cómo me gustan los bombones!

4. Definir, y ejemplificar siempre que se pueda: lenguaje verbal y no verbal, lengua, semiología, monema, familia léxica, doblete, calco, xenismo, galicismo, neologismo, connotación.

5. Epopeya, oda, auto sacramental, sinestesia, aliteración, paralelismo, hipérbaton, leixa-pren, moaxaja, albada, verso blanco, verso oxítono.

6. Componentes y características del signo lingüístico.

7. *Clasificar los siguientes signos en indicios, iconos y símbolos:

- la fotografía de DNI;


- la gente muy abrigada por la calle;


- la caricatura que le dibujan a uno en la Plaza Mayor de Madrid


- la hoz y el martillo en una bandera; o la esvástica


- el nombre propio de cada uno

8. Qué es el sustrato, estrato y superestrato de nuestra lengua.

9. *Dividir en monemas las palabras de la frase, e indicar el tipo de monemas:

Pero mirándolo bien, chiquillo, la hermanita tuya parece insoportable.

10. *Extraer del texto siguiente:

De repente, el automovilista de USA, ha llegado al atardecer a esta ciudad de Olite, que fue regia en tiempos pasados,y que hoy es el escenario perfecto para un paseo entre las sombras de caballeros andantes, torneos medievales y viajeros deslumbrados por el lujo de un palacio anaranjado cuya fama se extendió incluso hasta Centroeuropa. Esto es una verdad como un templo. Uno de los hilos que merece la pena saborear en Olite es el cerco apretado de sus murallas. Paseándolas por fuera puede contemplarse, entre añadidos y casas adosadas a los viejos muros, el más completo ejemplo de fortificación romana en la comarca navarroaragonesa. Varios de los cubos que jalonan de trecho en trecho la muralla correspondiente a la parte más antigua, su Cerco Viejo, son los mismos que ya pusieron en pie las invencibles legiones de Roma.

- una locución

- dos palabras simples

- dos compuestas

- dos primitivas

- dos parasintéticas

- dos derivadas

- una acrónima

11. *Sobre los siguientes versos: a) Medirlos indicando el número de sílaba métrica correspondiente. b) Simples o compuestos y nombre según el número de versos. c) Indicar si la rima es asonante o consonante.

¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz...
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

12. *Señala qué recursos literarios aparecen en los siguientes textos:

A) Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.

B) Acude, corre, vuela,
traspasa la alta sierra, ocupa el llano,
no perdones la espuela,
no des paz a la mano,
menea fulminando el hierro insano.

C) Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo camino,
caminos sobre la mar.

D) ¿Para quién edifiqué torres? ¿Para quién adquirí honras? ¿Para quién planté árboles? ¿Para quién fabriqué navíos? ¡Oh dura tierra! ¿Cómo me sostienes? ¿Adónde hallará abrigo mi desconsolada vejez?

E) El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de fragua el niño
tiene los ojos cerrados.

F) La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.

13. Diferencias y semejanzas entre las jarchas y las cantigas de amigo.

14. Sobre el siguiente texto:
      1º) movimiento literario en el que se sitúa
      2º) Tipo de composición según su tema
      3º) Tipo de composición según su estructura externa. Señalar en el texto las partes estructurales
      4º) Posible tipo de autoría
      5º) Posible fecha de composición y documentación

Dicen que me case yo:
no quiero marido, no.

Más quiero vivir segura
en esta sierra a mi soltura
que no estar en ventura,
si casaré bien o no.

Dicen que me case yo:
no quiero marido, no.

1º BACHILLERATO. TEMARIO 1ª EVALUACIÓN

1º BACHILLERATO. TEMARIO. CURSO 2010-2011.
PRIMERA EVALUACIÓN

TEMA 1. LENGUA: LA COMUNICACIÓN. EL LENGUAJE Y SUS FUNCIONES

1. Lenguaje y comunicación (13)
    Comunicación. Principal sistema de comunicación: el lenguaje. Importancia del lenguaje. Lenguaje verbal y no verbal. Conceptos: lenguaje, lengua, habla.
2. El proceso de la comunicación (13)
3. Perturbaciones en la comunicación: ruido y redundancia.
4. Las funciones del lenguaje (16)

TEMA 2. LENGUA: LOS LENGUAJES

1. Lenguaje verbal y no verbal (33)
2. El signo (33)
3. Clases de signos (34)
4. Códigos o sistemas semiológicos (34)
5. El signo lingüístico (35)
6. Características del signo lingüístico (36)

TEMA 1. LITERATURA: LA LENGUA LITERARIA

1. El uso literario de la lengua (232)
2. Rasgos característicos de la lengua literaria (233)
    Comentario “Las ascuas de un crepúsculo morado”, para el funcionamiento del lenguaje connotativo.
3. El verso y la prosa (236)
    Versos oxítonos, paroxítonos, proparoxítonos. Versos rimados, sueltos, blancos, libres, versículos.
4. Valor estético, histórico y social de la obra literaria (236)
5. Los géneros literarios (238)
    5.1. La lírica (238)
          - Composiciones de la lírica culta (238)
          - Formas líricas de tradición popular (239)
    5.2. La narrativa (239)
          - Formas de la narrativa (239)
    5.3. El teatro o género dramático (240)
          - Formas teatrales (240)
          - Géneros teatrales menores (241)
    5.4. Otros géneros (242)

TEMA 2. LITERATURA: LA LITERATURA DE LA EDAD MEDIA I:
LA LÍRICA TRADICIONAL


1. Introducción: (245) Sociedad y cultura en la Edad Media. Sociedad y cultura en la Baja Edad Media. Edad Media hispánica; las tres culturas. Lengua hablada y lengua escrita.
2. La literatura medieval: la lírica (246)
3. Lírica tradicional (246)
4. Lírica culta: trovadores y juglares (247)
5. Lírica hispánica (248)
    5.1. Lírica mozárabe o andalusí: las jarchas (248)
    5.2. Lírica galaico-portuguesa. Las cantigas (249)
    5.3. Lírica castellana. Canciones, villancicos, zéjeles (250)
    5.4. Lírica catalano-porovenzal (252)

- Comentario de texto: “Planto por Guillén Peraza”

- Recursos literarios: hipérbaton, onomatopeya, aliteración, polisíndeton, asíndeton, anáfora, paralelismo, elipsis, metáfora, metáfora o imagen irracional o visionaria, comparación, metonimia, personificación, paradoja, sinestesia

TEMA 3. LENGUA: LAS PALABRAS

1. La palabra. Estructura de las palabras (19)
2. Clases de monemas (20) [Fotocopia: Monemas: lexemas y morfemas]
3. Procedimientos de formación de las palabras (21)
- La derivación (21)
- La composición (22)
- La parasíntesis (22)
4. Otros procedimientos de formación de palabras (23)
5. Asociaciones léxicas: las familias léxicas (23)
6. Orígenes del léxico castellano (24)
7. Los préstamos léxicos (25)
8. Los neologismos (26)
9. Las locuciones (27)

RESÚMENES:

1. El léxico y el diccionario (57-61)
2. La comunicación oral (84-88)
3. Textos orales planificados (102-107)
4. El texto narrativo (122-127)
5. El texto descriptivo (140-143)

LECTURAS:

1. El Lazarillo de Tormes: lectura, trabajo y comentario
2. Lectura a elegir de entre la lista

jueves, 4 de noviembre de 2010

CUENTOS DEL DECAMERÓN

Decamerón. Giovanni Boccaccio


JORNADA PRIMERA. NOVELA TERCERA

El judío Melquisidech con una historia sobre tres anillos se salva de una peligrosa trampa que le había tendido Saladino .

Después de que, alabada por todos la historia de Neifile, calló ésta, como gustó a la reina, Filomena empezó a hablar así:

La historia contada por Neifile me trae a la memoria un peligroso caso sucedido a un judío; y porque ya se ha hablado tan bien de Dios y de la verdad de nuestra fe, descender ahora a los sucesos y los actos de los hombres no se deberá hallar mal, y vendré a narrárosla para que, oída, tal vez más cautas os volváis en las respuestas a las preguntas que puedan haceros.

Debéis saber, amorosas compañeras, que así como la necedad muchas veces aparta a alguien de un feliz estado y lo pone en grandísima miseria, así aparta la prudencia al sabio de peligros gravísimos y lo pone en grande y seguro reposo. Y cuán verdad sea que la necedad conduce del buen estado a la miseria, se ve en muchos ejemplos que no está ahora en nuestro ánimo contar, considerando que todo el día aparecen mil ejemplos manifiestos; pero que la prudencia sea ocasión de consuelo, como he dicho, os mostraré brevemente con un cuentecillo.

Saladino, cuyo valer fue tanto que no solamente le hizo llegar de hombre humilde a sultán de Babilonia , sino también lograr muchas victorias sobre los reyes sarracenos y cristianos, habiendo en diversas guerras y en grandísimas magnificencias suyas gastado todo su tesoro, y necesitando, por algún accidente que le sobrevino, una buena cantidad de dineros, no viendo cómo tan prestamente como los necesitaba pudiese tenerlos, le vino a la memoria un rico judío cuyo nombre era Melquisidech, que prestaba con usura en Alejandría; y pensó que éste tenía con qué poderlo servir, si quería, pero era tan avaro que por voluntad propia no lo hubiera hecho nunca, y no quería obligarlo por la fuerza; por lo que, apretándole la necesidad se dedicó por completo a encontrar el modo como el judío le sirviese, y se le ocurrió obligarle con algún argumento verosímil. Y haciéndolo llamar y recibiéndole familiarmente, le hizo sentar con él y después le dijo:

-Hombre honrado, he oído a muchas personas que eras sapientísimo y muy avezado en las cosas de Dios; y por ello querría saber cuál de las tres leyes reputas por verdadera: la judaica, la sarracena o la cristiana.

El judío, que verdaderamente era un hombre sabio, advirtió demasiado bien que Saladino buscaba cogerlo en sus palabras para moverle alguna cuestión, y pensó que no podía alabar a una de las tres más que a las otras sin que Saladino saliese con su empeño; por lo que, como a quien le parecía tener necesidad de una respuesta por la que no pudiesen llevarle preso, aguzado el ingenio, le vino pronto a la mente lo que debía decir; y dijo:

-Señor mío, la cuestión que me proponéis es fina, y para poder deciros lo que pienso de ella querría contaros el cuentecillo que vais a oír. Si no me equivoco, me acuerdo de haber oído decir muchas veces que hubo una vez un hombre grande y rico que, entre las otras joyas más caras que tenía en su tesoro, tenía un anillo bellísimo y precioso al que, queriendo hace honor por su valor y su belleza y dejarlo perpetuamente a sus descendientes ordenó que aquel de sus hijos a quien, habiéndoselo dejado él, le fuese encontrado aquel anillo, que se entendiese que él era su heredero y debiese ser por todos los demás honrado y reverenciado como a mayorazgo, ya que a quien fue dejado por éste guardó el mismo orden con sus descendiente e hizo tal como había hecho su predecesor. Y, en resumen, este anillo anduvo de mano en mano de muchos sucesores y últimamente llegó a las mano de uno que tenía tres hijos hermosos y virtuosos y muy obedientes al padre por lo que amaba a los tres por igual. Y los jóvenes, que conocían la costumbre del anillo, deseoso cada uno de ser el más honrado entre los suyos, cada uno por sí, como mejor sabían, rogaban al padre, que era ya viejo, que cuando sintiese llegar la muerte, a él le dejase el anillo. El honrado hombre, que por igual amaba a todos, no sabía él mismo elegir a cuál debiese dejárselo y pensó, habiéndoselo prometido a todos, en satisfacer a los tres: y secretamente a un buen orfebre le encargó otros dos, los cuales fueron tan semejantes al primero que el mismo que los había hecho hacer apenas distinguía cuál fuese el verdadero; y sintiendo llegar la muerte, secretamente dio el suyo a cada uno de sus hijos. Los cuales, después de la muerte del padre, queriendo cada uno posesionarse de la herencia y el honor, y negándoselo el uno al otro, como testimonio de hacerlo con todo derecho, cada uno mostró su anillo; y encontrados los anillos tan iguales el uno al otro que cuál fuese el verdadero no sabía distinguirse, se quedó pendiente la cuestión de quién fuese el verdadero heredero del padre, y sigue pendiente todavía. Y lo mismo os digo, señor mío, de las tres leyes dadas a los tres pueblos por Dios padre sobre las que me propusisteis una cuestión: cada uno su herencia, su verdadera ley y sus mandamientos cree rectamente tener y cumplir, pero de quién la tenga, como de los anillos, todavía está pendiente la cuestión. Conoció Saladino que éste había sabido salir óptimamente del lazo que le había tendido y por ello se dispuso a manifestarle sus necesidades y ver si quería servirle; y así lo hizo, manifestándole lo que había tenido en el ánimo hacerle si él tan discretamente como lo había hecho no le hubiera respondido. El judío le sirvió libremente con toda la cantidad que Saladino le pidió y luego Saladino se la restituyó enteramente, y además de ello le dio grandísimos dones y siempre por amigo suyo lo tuvo y en grande y honrado estado lo conservó junto a él.

QUINTA JORNADA. NOVELA NOVENA

Federigo de los Alberighi ama y no es amado, y con los gastos del cortejar se arruina; y le queda un solo halcón, el cual, no teniendo otra cosa, da de comer a su señora que ha venido a su casa; la cual, enterándose de ello, cambiando de ánimo, lo toma por marido y le hace rico.

Había ya dejado de hablar Filomena cuando la reina, habiendo visto que nadie sino Dioneo (debido a su privilegio) quedaba por hablar, con alegre gesto, dijo: A mí me corresponde ahora hablar: y yo, carísimas señoras, lo haré de buen grado con una historia en parte semejante a la precedente, no solamente para que conozcáis cuánto vuestros encantos pueden en los corazones corteses, sino porque aprendáis a ser vosotras mismas, cuando debáis, otorgadoras de vuestros galardones sin dejar que sea siempre la fortuna quien los conceda, la cual, no discretamente como debe ser, sino desconsideradamente la mayoría de las veces los confiere. Debéis, pues, saber que Coppo de los Borghese Domenichi , que fue en nuestra ciudad, y tal vez es todavía, hombre de grande y reverenciada autoridad entre los nuestros (y por las costumbres y por la virtud mucho más que por la nobleza de sangre clarísimo y digno de eterna fama), siendo ya de avanzada edad, muchas veces sobre las cosas pasadas con sus vecinos y con otros gustaba de hablar; lo cual él, mejor y con más orden y con mayor memoria y adornado hablar que ningún otro supo hacer, y acostumbraba a contar entre sus otras buenas cosas que en Florencia hubo un joven llamado Federigo de micer Filippo Alberighi , en hechos de armas y en cortesía alabado sobre todos los demás donceles de Toscana. El cual, como sucede a la mayoría de los gentileshombres, de una cortés señora llamada doña Giovanna se enamoró, en sus tiempos tenida como de las más hermosas mujeres y de las más gallardas que hubiera en Florencia; y para poder conseguir su amor, justaba, torneaba, daba fiestas y regalos, y lo suyo sin ninguna contención gastaba: pero ella, no menos honesta que hermosa, de ninguna de estas cosas por ella hechas ni de quien las hacía se ocupaba.

Gastando, pues, Federigo mucho más de lo que podía y no consiguiendo nada, como suele suceder las riquezas le faltaron, y se quedó pobre, sin otra cosa haberle quedado que una tierra pequeña de las rentas de la cual estrechamente vivía, y además de esto un halcón de los mejores del mundo; por lo que, más enamorado que nunca y no pareciéndole que podía seguir llevando una vida ciudadana como deseaba, a Campi, donde estaba su pequeña hacienda, se fue a vivir. Allí, cuando podía, cazando y sin invitar a nadie, su pobreza sobrellevaba pacientemente. Ahora, sucedió un día que, habiendo Federigo llegado a estos extremos, el marido de doña Giovanna enfermó, y viendo llegar la muerte hizo testamento; y siendo riquísimo dejó heredero de ello a un hijo suyo ya grandecito, y después de él, habiendo amado mucho a doña Giovanna, a ella, si sucediese que el hijo muriera sin heredero legítimo, como heredera constituyó, y murió.

Quedándose, pues, viuda doña Giovanna, como es costumbre entre nuestras mujeres, en el verano con este hijo suyo se iba al campo a una posesión asaz cercana a la de Federigo; por lo que sucedió que aquel jovencito empezó a hacer amistad con Federigo y a entretenerse con las aves de caza y los perros; y habiendo visto muchas veces volar el halcón de Federigo, gustándole extraordinariamente, mucho deseaba tenerlo, pero no se atrevía a pedírselo viendo que él lo quería tanto. Y estando así la cosa, sucedió que el muchachito se enfermó, de lo que la madre, muy doliente, como quien no tenía más y le amaba lo más que podía, estando todo el día junto a él, no dejaba de cuidarlo y muchas veces le preguntaba si deseaba algo, rogándole que se lo dijese, que tuviera la certeza que si fuese posible tenerlo lo conseguiría donde estuviera.

El jovencito, oyendo muchas veces estos proferimientos, dijo: -Madre mía, si hacéis que tenga el halcón de Federigo creo que me curaré en seguida. La señora, oyendo esto, se quedó callada un rato y empezó a pensar qué podía hacer. Sabía que Federigo largamente la había amado, y nunca de ella una mirada había obtenido; por lo que se decía: «¿Cómo enviaré o iré yo a pedirle este halcón que es, por lo que oigo, el mejor que nunca ha volado, y además es lo que lo mantiene en el mundo? ¿Y cómo voy a ser tan desconsiderada que a un gentilhombre a quien ningún otro deleite ha quedado, quiera quitárselo?»

Y preocupada con tal pensamiento, si bien estaba segurísima de obtenerlo si se lo pedía, sin saber qué decir, no le contestaba a su hijo sino que se callaba. Por último, la venció tanto el amor de su hijo, que decidió para contentarlo que, pasara lo que pasase, no mandaría a por él sino que iría ella misma y se lo traería, y repuso:

-Hijo mío, consuélate y piensa en curarte de todas las maneras, que te prometo que lo primero que haré mañana por la mañana será ir a buscarlo y te lo traeré.

Con lo que, contento el niño, el mismo día mostró cierta mejoría. La señora, a la mañana siguiente, tomando otra señora en su compañía, como de paseo se fue a la pequeña casa de Federigo y preguntó por él. Él, porque no era temporada de caza, estaba en el huerto y preparaba algunas faenas allí, el cual, al oír que doña Giovanna preguntaba por él a la puerta, maravillándose mucho, corrió allí muy contento; y ella, al verlo venir, con señorial amabilidad levantándose a saludarle, habiéndola ya Federigo con reverencia saludado, dijo: -¡Bien hallado seáis, Federigo! -y siguió-. He venido a reparar los daños que has sufrido por mí amándome más de lo que hubiera convenido; y la reparación es que quiero con esta compañía mía almorzar contigo familiarmente hoy.

A quien Federigo, humildemente, repuso:

-Señora, ningún daño me acuerdo de haber recibido de vos, sino tanto bien que, si alguna vez algún valor tuve, por vuestro valor y por el amor que os tuve fue; y ciertamente esta vuestra liberal venida me es más querida que me sería si otra vez me fuera dado gastar cuanto ya he gastado, aunque a pobre huésped habéis venido.

Y dicho así, avergonzado la recibió en su casa, y de ella la condujo a su jardín, y no teniendo allí a quien hacer acompañarla, dijo:

-Señoras, pues que nadie más hay, esta buena mujer, esposa de este labrador, os tendrá compañía mientras que yo voy a hacer poner la mesa.

Él, por muy extrema que fuese su pobreza, no se había percatado todavía de cuánto necesitaba las riquezas que había gastado desordenadamente; pero esta mañana, no encontrando nada con que poder honrar a la señora por amor de quien ya había honrado a infinitos hombres, se lo hizo ver. Y sobremanera angustiado, maldiciendo su fortuna, como un hombre fuera de sí, ora yendo aquí y ora allí, ni dineros ni nada para empeñar encontrando, siendo tarde la hora y el deseo grande de honrar con algo a la noble señora, y no queriendo, no ya a otro, sino ni a su mismo labrador, pedir nada, vio delante su buen halcón, que estaba en la salita en su percha; por lo que, no teniendo otra cosa a qué recurrir, lo cogió y encontrándolo gordo pensó que sería digna comida de tal señora. Y sin pensarlo más, quitándole el collar, a una criadita lo hizo prestamente, pelado y condimentado, poner en un asador y asar cuidadosamente; y poniendo la mesa con manteles blanquísimos, de los que aún tenía algunos, con alegre gesto volvió a la señora a su jardín, y el almuerzo que podía él, dijo que estaba preparado. Con lo que la señora, levantándose con su compañera, fueron a la mesa, y sin saber qué se estaban comiendo, junto con Federigo, que con suma devoción las servía, se comieron al buen halcón. Y levantándose de la mesa, y un tanto con amables conversaciones quedándose con él un rato, pareciéndole a la señora momento de decir aquello por lo que ido había, así benignamente comenzó a hablar a Federigo:

-Federigo, acordándote tú de tu pasada vida y de mi honestidad, que tal vez hayas reputado dureza y crueldad, no dudo que debes maravillarte de mi atrevimiento al oír aquello por lo que principalmente aquí he venido; pero si tuvieses hijos o los hubieras tenido, por quienes pudieras conocer de qué gran fuerza es el amor que se les tiene, me parecería estar segura de que en parte me tendrías por excusada. Pero aunque no los tienes, yo que tengo uno, no puedo dejar de seguir las leyes comunes de las demás madres; las cuales forzoso me es seguir y contra mi voluntad, y fuera de toda conveniencia y deber, pedirte un regalo que sé que te es sumamente querido: y es justo porque ningún otro deleite, ningún otro entretenimiento, ningún consuelo te ha dejado tu rigurosa fortuna; y esté regalo es tu halcón, del que mi niño se ha encaprichado tan fuertemente qué si no se lo llevo temo que se agrave tanto en la enfermedad que tiene que se siga de ello alguna cosa por la que lo pierda. Y por ello te ruego no por el amor que me tienes, por el cual ninguna obligación tienes, sino por tu nobleza, que en usar cortesía se ha mostrado mayor que la de ningún otro, que te plazca dármelo para que con este don pueda decir que he conservado con vida a mi hijo y por ello te quede siempre obligada.

Federigo, al oír aquello que la señora pedía, y sintiendo que no la podía servir porque se lo había dado a comer, comenzó en su presencia a llorar antes de poder responder palabra, cuyo llanto la señora creyó primero que de dolor por tener que separarse de su buen halcón vendría más que de otra cosa, y a punto estuvo de decirle que no lo quería; pero conteniéndose, esperó después del llanto la respuesta de Federigo. El cual dijo así:

-Señora, desde que plugo a Dios que en vos pusiera mi amor, en muchas cosas he juzgado que la fortuna me era contraria y me he dolido de ella, pero todas han sido ligeras con respecto a lo que me hacen en este momento, con lo que jamás podré estar en paz con ella, pensando que vos hayáis venido aquí a mi pobre casa cuando, mientras que fue rica, no os dignasteis a venir, y me pidáis un pequeño don, y ella ha hecho de manera que no pueda dároslo; y por qué no puede ser os lo diré brevemente. Cuando oí que deseabais por vuestra bondad comer conmigo, considerando vuestra excelencia y vuestro valor, reputé digna y conveniente cosa que con más preciosa vianda dentro de mis posibilidades debía honraros que las que suelen usarse para las demás personas; por lo que, acordándome del halcón que me pedís, y de su bondad, pensé que era digno alimento para vos: y esta mañana, asado lo habéis tenido en el plato, y yo lo tenía por óptimamente albergado, pero al ver ahora que de otra manera lo deseabais, siento tal duelo por no poder serviros que creo que nunca podré tener paz.

Y dicho esto, las plumas y las patas y el pico hizo echarles delante en testimonio de ello. La cual cosa viendo la señora y oyendo, primero le reprendió por haber matado tal halcón para dar de comer a una mujer, y luego la grandeza de su ánimo, que la pobreza no había podido ni podía abatir mucho en su interior alabó; luego, perdida la esperanza de poder tener e halcón, y tal vez por la salud del hijo preocupada, dando las gracias a Federigo por el honor que le había hecho y por su buena voluntad, toda melancólica se fue y volvió con su hijo. El cual, o por tristeza de no haber podido tener el halcón, o por la enfermedad que a pesar de todo debería haberlo llevado a ello, no pasaron muchos días sin que, con grandísimo dolor de la madre, terminase esta vida. La cual, luego que llena de lágrimas y amargura hubo estado un tanto, habiendo quedado riquísima y todavía joven, muchas veces fue instada por sus hermanos a que se casase de nuevo; la cual, aun que no hubiera querido, sin embargo viéndose molestar, acordándose de valor de Federigo y de su magnanimidad última, esto es, de que había matado tal halcón para honrarla, dijo a sus hermanos:

-Yo de buen grado, si os pluguiera, me quedaría sin casar, pero si os place que tome marido, ciertamente no tomaré otro jamás si no tengo a Federigo de los Alberighi. A lo cual los hermanos, burlándose de ella, dijeron:

-Tonta, ¿qué es lo que dices? ¿Cómo lo quieres a él, que no tiene nada en el mundo? -a lo que ella respondió:

-Hermanos míos, bien sé que es como decís, pero antes quiero un hombre que necesite riquezas que riquezas que necesiten un hombre.

Los hermanos, oyendo su voluntad y conociendo que era Federigo de gente principal aunque fuese pobre, tal como ella quiso, se la dieron con todas sus riquezas; el cual, con tal señora que tanto había amado viéndose por mujer, y además de ello riquísimo, con ella felizmente, convertido en mejor administrador, terminó sus años.

DÉCIMA JORNADA. NOVELA DÉCIMA

El marqués de Saluzzo, obligado por los ruegos de sus vasallos a tomar mujer, para tomarla a su gusto elige a la hija de un villano, de la que tiene dos hijos, a los cuales le hace creer que mata; luego, mostrándole aversión y que ha tomado otra mujer, haciendo volver a casa a su propia hija como si fuese su mujer, y habiéndola a ella echado en camisa y encontrándola paciente en todo, más amada que nunca haciéndola volver a casa, le muestra a sus hijos grandes y como a marquesa la honra y la hace honrar.

Terminada la larga novela del rey, que mucho había gustado a todos a lo que mostraban en sus gestos, Dioneo dijo riendo:

-El buen hombre que esperaba a la noche siguiente hacer bajar la cola tiesa del espantajo no habría dado más de dos sueldos por todas las alabanzas que hacéis de micer Torello. Y después, sabiendo que sólo faltaba él por narrar, comenzó: Benignas señoras mías, a lo que me parece, este día de hoy ha estado dedicado a los reyes y a los sultanes y a gente semejante; y por ello, para no apartarme demasiado de vosotras, voy a contar de un marqués no una cosa magnífica, sino una solemne barbaridad, aunque terminase con buen fin; la cual no aconsejo a nadie que la imite porque una gran lástima fue que a aquél le saliese bien. Hace ya mucho tiempo, fue el mayor de la casa de los marqueses de Saluzzo un joven llamado Gualtieri, el cual estando sin mujer y sin hijos, no pasaba en otra cosa el tiempo sino en la cetrería y en la caza, y ni de tomar mujer ni de tener hijos se ocupaban sus pensamientos; en lo que había que tenerlo por sabio. La cual cosa, no agradando a sus vasallos, muchas veces le rogaron que tomase mujer para que él sin herederos y ellos sin señor no se quedasen, ofreciéndole a encontrársela tal, y de tal padre y madre descendiente, que buena esperanza pudiesen tener, y alegrarse mucho con ello. A los que Gualtieri repuso:

-Amigos míos, me obligáis a algo que estaba decidido a no hacer nunca, considerando qué dura cosa sea encontrar alguien que bien se adapte a las costumbres de uno, y cuán grande sea la abundancia de lo contrario, y cómo es una vida dura la de quien da con una mujer que no le convenga bien. Y decir que creéis por las costumbres de los padres y de las madres conocer a las hijas, con lo que argumentáis que me la daréis tal que me plazca, es una necedad, como sea que no sepa yo cómo podéis saber quiénes son sus padres ni los secretos de sus madres; y aun conociéndolos, son muchas veces los hijos diferentes de los padres y las madres. Pero puesto que con estas cadenas os place anudarme, quiero daros gusto; y para que no tenga que quejarme de nadie sino de mí, si mal sucediesen las cosas, quiero ser yo mismo quien la encuentre, asegurándoos que, sea quien sea a quien elija, si no es como señora acatada por vosotros, experimentaréis para vuestro daño cuán penoso me es tomar mujer a ruegos vuestros y contra mi voluntad.

Los valerosos hombres respondieron que estaban de acuerdo con que él se decidiese a tomar mujer. Habían gustado a Gualtieri hacía mucho tiempo las maneras de una pobre jovencita que vivía en una villa cercana a su casa, y pareciéndole muy hermosa, juzgó que con ella podría llevar una vida asaz feliz; y por ello, sin más buscar, se propuso casarse con ella; y haciendo llamar a su padre, que era pobrísimo, convino con él tomarla por mujer. Hecho esto, hizo Gualtieri reunirse a todos sus amigos de la comarca y les dijo:

-Amigos míos, os ha placido y place que me decida a tomar mujer, y me he dispuesto a ello más por complaceros a vosotros que por deseo de mujer que tuviese. Sabéis lo que me prometisteis: es decir, que estaríais contentos y acataríais como señora a cualquiera que yo eligiese; y por ello, ha llegado el momento en que pueda yo cumpliros mi promesa y en que vos cumpláis la vuestra. He encontrado una joven de mi gusto muy cerca de aquí que entiendo tomar por mujer y traérmela a casa dentro de pocos días: y por ello, pensad en preparar una buena fiesta de bodas y en recibirla honradamente para que me pueda sentir satisfecho con el cumplimiento de vuestra promesa como vos podéis sentiros con el mío.

Los hombres buenos, todos contentos, respondieron que les placía y que, fuese quien fuese, la tendrían por señora y la acatarían en todas las cosas como a señora; y después de esto todos se pusieron a preparar una buena y alegre fiesta, y lo mismo hizo Gualtieri. Hizo preparar unas bodas grandísimas y hermosas, e invitar a muchos de sus amigos y parientes y a muchos gentileshombres y a otros de los alrededores; y además de esto hizo cortar y coser muchas ropas hermosas y ricas según las medidas de una joven que en la figura le parecía como la jovencita con quien se había propuesto casarse, y además de esto dispuso cinturones y anillos y una rica y bella corona, y todo lo que se necesitaba para una recién casada. Y llegado el día que había fijado para las bodas, Gualtieri, a la hora de tercia, montó a caballo, y todos los demás que habían venido a honrarlo; y teniendo dispuestas todas las cosas necesarias, dijo:

-Señores, es hora de ir a por la novia.

Y poniéndose en camino con toda su comitiva llegaron al villorrio; y llegados a casa del padre de la muchacha, y encontrándola a ella que volvía de la fuente con agua, con mucha prisa para ir después con otras mujeres a ver la novia de Gualtieri, cuando la vio Gualtieri la llamó por su nombre -es decir, Griselda- y le preguntó dónde estaba su padre; a quien ella repuso vergonzosamente:

-Señor mío, está en casa.

Entonces Gualtieri, echando pie a tierra y mandando a todos que esperasen, solo entró en la pobre casa, donde encontró al padre de ella, que se llamaba Giannúculo, y le dijo:

-He venido a casarme con Griselda, pero antes quiero que ella me diga una cosa en tu presencia.

Y le preguntó si siempre, si la tomaba por mujer, se ingeniaría en complacerle y en no enojarse por nada que él dijese o hiciese, y si sería obediente, y semejantemente otras muchas cosas, a las cuales, a todas contestó ella que sí. Entonces Gualtieri, cogiéndola de la mano, la llevó fuera, y en presencia de toda su comitiva y de todas las demás personas hizo que se desnudase; y haciendo venir los vestidos que le había mandado hacer, prestamente la hizo vestirse y calzarse, y sobre los cabellos, tan despeinados como estaban, hizo que le pusieran una corona, y después de esto, maravillándose todos de esto, dijo:

-Señores, ésta es quien quiero que sea mi mujer, si ella me quiere por marido.

Y luego, volviéndose a ella, que avergonzada de sí misma y titubeante estaba, le dijo:

-Griselda, ¿me quieres por marido?

A quien ella repuso:-Señor mío, sí.

Y él dijo:-Y yo te quiero por mujer.

Y en presencia de todos se casó con ella; y haciéndola montar en un palafrén, honrosamente acompañada se la llevó a su casa. Hubo allí grandes y hermosas bodas, y una fiesta no diferente de que si hubiera tomado por mujer a la hija del rey de Francia. La joven esposa pareció que con los vestidos había cambiado el ánimo y el comportamiento. Era, como ya hemos dicho, hermosa de figura y de rostro, y todo lo hermosa que era pareció agradable, placentera y cortés, que no hija de Giannúculo y pastora de ovejas parecía haber sido sino de algún noble señor; de lo que hacía maravillarse a todo el mundo que antes la había conocido; y además de esto era tan obediente a su marido y tan servicial que él se tenía por el más feliz y el más pagado hombre del mundo; y de la misma manera, para con los súbditos de su marido era tan graciosa y tan benigna que no había ninguno de ellos que no la amase y que no la honrase de grado, rogando todos por su bien y por su prosperidad y por su exaltación, diciendo (los que solían decir que Gualtieri había obrado como poco discreto al haberla tomado por mujer) que era el más discreto y el más sagaz hombre del mundo, porque ninguno sino él habría podido conocer nunca la alta virtud de ésta escondida bajo los pobres paños y bajo el hábito de villana. Y en resumen, no solamente en su marquesado, sino en todas partes, antes de que mucho tiempo hubiera pasado, supo ella hacer de tal manera que hizo hablar de su valor y de sus buenas obras, y volver en sus contrarias las cosas dichas contra su marido por causa suya (si algunas se habían dicho) al haberse casado con ella. No había vivido mucho tiempo con Gualtieri cuando se quedó embarazada, y en su momento parió una niña, de lo que Gualtieri hizo una gran fiesta. Pero poco después, viniéndosele al ánimo un extraño pensamiento, esto es, de querer con larga experiencia y con cosas intolerables probar su paciencia, primeramente la hirió con palabras, mostrándose airado y diciendo que sus vasallos muy descontentos estaban con ella por su baja condición, y especialmente desde que veían que tenía hijos, y de la hija que había nacido, tristísimos, no hacían sino murmurar. Cuyas palabras oyendo la señora, sin cambiar de gesto ni de buen talante en ninguna cosa, dijo:

-Señor mío, haz de mí lo que creas que mejor sea para tu honor y felicidad, que yo estaré completamente contenta, como que conozco que soy menos que ellos y que no era digna de este honor al que tú por tu cortesía me trajiste.

Gualtieri amó mucho esta respuesta, viendo que no había entrado en ella ninguna soberbia por ningún honor de los que él u otros le habían hecho. Poco tiempo después, habiendo con palabras generales dicho a su mujer que sus súbditos no podían sufrir a aquella niña nacida de ella, informando a un siervo suyo, se lo mandó, el cual con rostro muy doliente le dijo:

-Señora, si no quiero morir tengo que hacer lo que mi señor me manda. Me ha mandado que coja a esta hija vuestra y que... -y no dijo más.

La señora, oyendo las palabras y viendo el rostro del siervo, y acordándose de las palabras dichas, comprendió que le había ordenado que la matase; por lo que prestamente, cogiéndola de la cuna y besándola y bendiciéndola, aunque con gran dolor en el corazón sintiese, sin cambiar de rostro, la puso en brazos del siervo y le dijo:

-Toma, haz por entero lo que tu señor y el mío te ha ordenado; pero no dejes que los animales y los pájaros la devoren salvo si él lo mandase.

El siervo, cogiendo a la niña y contando a Gualtieri lo que dicho había la señora, maravillándose él de su paciencia, la mandó con ella a Bolonia a casa de una pariente, rogándole que sin nunca decir de quién era hija, diligentemente la criase y educase. Sucedió después que la señora se quedó embarazada, y al debido tiempo parió un hijo varón, lo que carísimo fue a Gualtieri; pero no bastándole lo que había hecho, con mayor golpe hirió a su mujer, y con rostro airado le dijo un día:

-Mujer, desde que tuviste este hijo varón de ninguna guisa puedo vivir con esta gente mía, pues tan duramente se lamentan que un nieto de Giannúculo deba ser su señor después de mí, por lo que dudo que, si no quiero que me echen, no tenga que hacer lo que hice otra vez, y al final dejarte y tomar otra mujer.

La mujer le oyó con paciente ánimo y no contestó sino: -Señor mío, piensa en contentarte a ti mismo y satisfacer tus gustos, y no pienses en mí, porque nada me es querido sino cuando veo que te agrada.

Luego de no muchos días, Gualtieri, de aquella misma manera que había mandado por la hija, mandó por el hijo, y semejantemente mostrando que lo había hecho matar, a criarse lo mandó a Bolonia, como había mandado a la niña; de la cual cosa, la mujer, ni otro rostro ni otras palabras dijo que había dicho cuando la niña, de lo que Gualtieri mucho se maravillaba, y afirmaba para sí mismo que ninguna otra mujer podía hacer lo que ella hacía: y si no fuera que afectuosísima con los hijos, mientras a él le placía, la había visto, habría creído que hacía aquello para no preocuparse más de ellos, mientras que sabía que lo hacía como discreta. Sus súbditos, creyendo que había hecho matar a sus hijos mucho se lo reprochaban y lo reputaban como hombre cruel, y de su mujer tenían gran compasión; la cual, con las mujeres que con ella se dolían de los hijos muertos de tal manera nunca dijo otra cosa sino que aquello le placía a aquel que los había engendrado.

Pero habiendo pasado muchos años después del nacimiento de la niña, pareciéndole tiempo a Gualtieri de hacer la última prueba de la paciencia de ella, a muchos de los suyos dijo que de ninguna guisa podía sufrir más el tener por mujer a Griselda y que se daba cuenta de que mal y juvenilmente había obrado, y por ello en lo que pudiese quería pedirle al Papa que le diera dispensa para que pudiera tomar otra mujer y dejar a Griselda; de lo que le reprendieron muchos hombres buenos, a quienes ninguna otra cosa respondió sino que tenía que ser así. Su mujer, oyendo estas cosas y pareciéndole que tenía que esperar volverse a la casa de su padre, y tal vez a guardar ovejas como había hecho antes, y ver a otra mujer tener a aquel a quien ella quería todo lo que podía, mucho en su interior sufría; pero, tal como había sufrido otras injurias de la fortuna, así se dispuso con tranquilo semblante a soportar ésta. No mucho tiempo después, Gualtieri hizo venir sus cartas falsificadas de Roma, y mostró a sus súbditos que el Papa, con ellas, le había dado dispensa para poder tomar otra mujer y dejar a Griselda; por lo que, haciéndola venir delante, en presencia de muchos le dijo:

-Mujer, por concesión del Papa puedo elegir otra mujer y dejarte a ti; y porque mis antepasados han sido grandes gentileshombres y señores de este dominio, mientras los tuyos siempre han sido labradores, entiendo que no seas más mi mujer, sino que te vuelvas a tu casa con Giannúculo con la dote que me trajiste, y yo luego, otra que he encontrado apropiada para mí, tomaré.

La mujer, oyendo estas palabras, no sin grandísimo trabajo (superior a la naturaleza femenina) contuvo las lágrimas, y respondió: -Señor mío, yo siempre he conocido mi baja condición y que de ningún modo era apropiada a vuestra nobleza, y lo que he tenido con vos, de Dios y de vos sabía que era y nunca mío lo hice o lo tuve, sino que siempre lo tuve por prestado; os place que os lo devuelva y a mí debe placerme devolvéroslo: aquí está vuestro anillo, con el que os casasteis conmigo, tomadlo. Me ordenáis que la dote que os traje me lleve, para lo cual ni a vos pagadores ni a mí bolsa ni bestia de carga son necesarios, porque de la memoria no se me ha ido que desnuda me tomasteis; y si creéis honesto que el cuerpo en el que he llevado hijos engendrados por vos sea visto por todos, desnuda me iré; pero os ruego, en recompensa de la virginidad que os traje y que no me llevo, que al menos una camisa sobre mi dote os plazca que pueda llevarme.

Gualtieri, que mayor gana tenía de llorar que de otra cosa, permaneciendo, sin embargo, con el rostro impasible, dijo: -Pues llévate una camisa.

Cuantos en torno estaban le rogaban que le diera un vestido, para que no fuese vista quien había sido su mujer durante trece años o más salir de su casa tan pobre y tan vilmente como era saliendo en camisa; pero fueron vanos los ruegos, por lo que la señora, en camisa y descalza y con la cabeza descubierta, encomendándoles a Dios, salió de casa y volvió con su padre, entre las lágrimas y el llanto de todos los que la vieron. Giannúculo, que nunca había podido creer que era cierto que Gualtieri tenía a su hija por mujer, y cada día esperaba que sucediese esto, había guardado las ropas que se había quitado la mañana en que Gualtieri se casó con ella; por lo que, trayéndoselas y vistiéndose ella con ellas, a los pequeños trabajos de la casa paterna se entregó como antes hacer solía, sufriendo con esforzado ánimo el duro asalto de la enemiga fortuna. Cuando Gualtieri hubo hecho esto, hizo creer a sus súbditos que había elegido a una hija de los condes de Pánago ; y haciendo preparar grandes bodas, mandó a buscar a Griselda; a quien, cuando llegó, dijo:

-Voy a traer a esta señora a quien acabo de prometerme y quiero honrarla en esta primera llegada suya; y sabes que no tengo en casa mujeres que sepan arreglarme las cámaras ni hacer muchas cosas necesarias para tal fiesta; y por ello tú, que mejor que nadie conoces estas cosas de casa, pon en orden lo que haya que hacer y haz que se inviten las damas que te parezcan y recíbelas como si fueses la señora de la casa; luego, celebradas las bodas, podrás volverte a tu casa.

Aunque estas palabras fuesen otras tantas puñaladas dadas en el corazón de Griselda, como quien no había podido arrojar de sí el amor que sentía por él como había hecho la buena fortuna, repuso: -Señor mío, estoy presta y dispuesta.

Y entrando, con sus vestidos de paño pardo y burdo en aquella casa de donde poco antes había salido en camisa, comenzó a barrer las cámaras y ordenarlas, y a hacer poner reposteros y tapices por las salas, a hacer preparar la cocina, y todas las cosas, como si una humilde criadita de la casa fuese, hacer con sus propias manos; y no descansó hasta que tuvo todo preparado y ordenado como convenía. Y después de esto, haciendo de parte de Gualtieri invitar a todas las damas de la comarca, se puso a esperar la fiesta, y llegado el día de las bodas, aunque vestida de pobres ropas, con ánimo y porte señorial a todas las damas que vinieron, y con alegre gesto, las recibió. Gualtieri, que diligentemente había hecho criar en Bolonia a sus hijos por sus parientes (que por su matrimonio pertenecían a la familia de los condes de Pánago), teniendo ya la niña doce años y siendo la cosa más bella que se había visto nunca, y el niño que tenía seis, había mandado un mensaje a Bolonia a su pariente rogándole que le pluguiera venir a Saluzzo con su hija y su hijo y que trajese consigo una buena y honrosa comitiva, y que dijese a todos que la llevaba a ella como a su mujer, sin manifestar a nadie sobre quién era ella. El gentilhombre, haciendo lo que le rogaba el marqués, poniéndose en camino, después de algunos días con la jovencita y con su hermano y con una noble comitiva, a la hora del almuerzo llegó a Saluzzo, donde todos los campesinos y muchos otros vecinos de los alrededores encontró que esperaban a esta nueva mujer de Gualtieri. La cual, recibida por las damas y llegada a la sala donde estaban puestas las mesas, Griselda, tal como estaba, saliéndole alegremente al encuentro, le dijo:

-¡Bien venida sea mi señora!

Las damas, que mucho habían (aunque en vano) rogado a Gualtieri que hiciese de manera que Griselda se quedase en una cámara o que él le prestase alguno de los vestidos que fueron suyos, se sentaron a la mesa y se comenzó a servirles. La jovencita era mirada por todos y todos decían que Gualtieri había hecho buen cambio, y entre los demás Griselda la alababa mucho, a ella y a su hermano. Gualtieri, a quien parecía haber visto por completo todo cuanto deseaba de la paciencia de su mujer, viendo que en nada la cambiaba la extrañeza de aquellas cosas, y estando seguro de que no por necedad sucedía aquello porque muy bien sabía que era discreta, le pareció ya hora de sacarla de la amargura que juzgaba que bajo el impasible gesto tenía escondida; por lo que, haciéndola venir, en presencia de todos sonriéndole, le dijo:

-¿Qué te parece nuestra esposa?

-Señor mío -repuso Griselda-, me parece muy bien; y si es tan discreta como hermosa, lo que creo, no dudo de que viváis con ella como el más feliz señor del mundo; pero cuanto está en mi poder os ruego que las heridas que a la que fue antes vuestra causasteis, no se las causéis a ésta, que creo que apenas podría sufrirlas, tanto porque es más joven como porque está educada en la blandura mientras aquella otra estaba educada en fatigas continuas desde pequeñita.

Gualtieri, viendo que creía firmemente que aquélla iba a ser su mujer, y no por ello decía algo que no fuese bueno, la hizo sentarse a su lado y dijo:

-Griselda, tiempo es ya de que recojas el fruto de tu larga paciencia y de que quienes me han juzgado cruel e inicuo y bestial sepan que lo que he hecho lo hacía con vistas a un fin, queriendo enseñarte a ser mujer, y a ellos saber elegirla y guardarla, y lograr yo perpetua paz mientras contigo tuviera que vivir; lo que, cuando tuve que tomar mujer, gran miedo tuve de no conseguirlo; y por ello, para probar si era cierto, de cuantas maneras sabes te herí y te golpeé. Y como nunca he visto que ni en palabras ni en acciones te hayas apartado de mis deseos, pareciéndome que tengo en ti la felicidad que deseaba, quiero devolverte en un instante lo que en muchos años te quité y con suma dulzura curar las heridas que te hice; y por ello, con alegre ánimo recibe a ésta que crees mi esposa, y a su hermano, como tus hijos y míos: son los mismos que tú y muchos otros durante mucho tiempo habéis creído que yo había hecho matar cruelmente, y yo soy tu marido, que sobre todas las cosas te amo, creyendo poder jactarme de que no hay ningún otro que tanto como yo pueda estar contento de su mujer.

Y dicho esto, lo abrazó y lo besó, y junto con ella, que lloraba de alegría, poniéndose en pie fueron donde su hija, toda estupefacta, había estado sentada escuchando estas cosas; y abrazándola tiernamente, y también a su hermano, a ella y a muchos otros que allí estaban sacaron de su error. Las damas, contentísimas, levantándose de las mesas, con Griselda se fueron a su alcoba y con mejores augurios quitándole sus rópulas, con un noble vestido de los suyos la volvieron a vestir, y como a señora, que ya lo parecía en sus harapos, la llevaron de nuevo a la sala. Y haciendo allí con sus hijos maravillosa fiesta, estando todos contentísimos con estas cosas, el solaz y el festejar multiplicaron y alargaron muchos días; y discretísimo juzgaron a Gualtieri, aunque demasiado acre e intolerable juzgaron el experimento que había hecho con su mujer, y discretísima sobre todos juzgaron a Griselda. El conde de Pánago se volvió a Bolonia luego de algunos días, y Gualtieri, retirando a Giannúculo de su trabajo, como a su suegro lo puso en un estado en que honradamente y con gran felicidad vivió y terminó su vejez. Y él luego, casando altamente a su hija, con Griselda, honrándola siempre lo más que podía, largamente y feliz vivió. ¿Qué podría decirse aquí sino que también sobre las casas pobres llueven del cielo los espíritus divinos, y en las reales aquellos que serían más dignos de guardar puercos que de tener señorío sobre los hombres? ¿Quién más que Griselda habría podido, con el rostro no solamente seco, sino alegre, sufrir las duras y nunca oídas pruebas a que la sometió Gualtieri? A quien tal vez le habría estado muy merecido haber dado con una que, cuando la hubiera echado de casa en camisa, se hubiese hecho sacudir el polvo de manera que se hubiese ganado un buen vestido.

Había terminado la historia de Dioneo y mucho habían hablado de ella las señoras, quien de un lado y quien del otro tirando, y quien reprochando una cosa y quien otra alabando en relación con ella, cuando el rey, levantando el rostro al cielo y viendo que el sol estaba ya más bajo de la hora de vísperas, sin levantarse comenzó a hablar así.

-Esplendorosas señoras, como creo que sabéis, el buen sentido de los mortales no consiste sólo en tener en la memoria las cosas pretéritas o conocer las presentes, sino que por las unas y las otras saber prever las futuras es reputado como talento grandísimo por los hombres eminentes. Nosotros, como sabéis, mañana hará quince días, para tener algún entretenimiento con el que sujetar nuestra salud y vida, dejando la melancolía y los dolores y las angustias que por nuestra ciudad continuamente, desde que comenzó este pestilente tiempo, se ven, salimos de Florencia; lo que, según mi juicio, hemos hecho honestamente porque, si he sabido mirar bien, a pesar de que alegres historias y tal vez despertadoras de la concupiscencia se han contado, y del continuo buen comer y beber, y la música y los cánticos (cosas todas que inclinan a las cabezas débiles a cosas menos honestas) ningún acto, ninguna palabra, ninguna cosa ni por vuestra parte ni por la nuestra he visto que hubiera de ser reprochada; continua honestidad, continua concordia, continua fraterna familiaridad me ha parecido ver y oír, lo que sin duda, para honor y servicio vuestro y mío me es carísimo. Y por ello, para que por demasiada larga costumbre algo que pudiese convertirse en molesto no pueda, y para que nadie pueda reprochar nuestra demasiado larga estancia aquí y habiendo cada uno de nosotros disfrutado su jornada como parte del honor que ahora me corresponde a mí, me parecería, si a vosotros os pluguiera, que sería conveniente volvernos ya al lugar de donde salimos. Sin contar con que, si os fijáis, nuestra compañía (que ya ha sido conocida por muchas otras) podría multiplicarse de manera que nos quitase toda nuestra felicidad; y por ello, si aprobáis mi opinión, conservaré la corona que me habéis dado hasta nuestra partida, que entiendo que sea mañana por la mañana; si juzgáis que debe ser de otro modo, tengo ya pensado quién para el día siguiente debe coronarse. La discusión fue larga entre las señoras y entre los jóvenes, pero por último tomaron el consejo del rey como útil y honesto y decidieron hacer tal como él había dicho; por la cual cosa éste, haciendo llamar al senescal, habló con él sobre el modo en que debía procederse a la mañana siguiente, y licenciada la compañía hasta la hora de la cena, se puso en pie.

Las señoras y los otros, levantándose, no de otra manera que de la que estaban acostumbrados, quien a un entretenimiento, quien a otro se entregó; y llegada la hora de la cena, con sumo placer fueron a ella, y después de ella comenzaron a cantar y a tañer instrumentos y a carolar; y dirigiendo Laureta una danza, mandó el rey a Fiameta que cantase una canción; la cual, muy placenteramente así comenzó a cantar:

Si Amor sin celos fuera,
no sería yo mujer,
aunque ello me alegrase, y a cualquiera.
Si alegre juventud
en bello amante a la mujer agrada,
osadía o valor
o fama de virtud,
talento, cortesía, y habla honrada,
o humor encantador,
yo soy, por su salud,
una que puede ver
en mi esperanza esta visión entera.
Pero porque bien veo
que otras damas mi misma ciencia tienen,
me muero de pavor
creyendo que el deseo
en donde yo lo he puesto a poner vienen:
en quien es robador
de mi alma, y de este modo en mi dolor
y daño veo volver
quien era mi ventura verdadera.
Si viera lealtad
en mi señor tal como veo valor
celosa no estaría,
pero es tan gran verdad
que muchas van en busca de amador,
que en todos ellos veo ya falsía.
Esto me desespera, y moriría;
y que voy a perder
su amor sospecho, que otra robaría.
Por Dios, a cada una
de vosotras le ruego que no intente
hacerme en esto ultraje,
que, si lo hiciera alguna
con palabras, o señas, u otramente,
le juro que sería mi coraje
capaz de triste hacerla, y con lenguaje
decir no he de poder
cuánto por tal locura ella sufriera.

Cuando Fiameta hubo terminado su canción, Dioneo, que estaba a su lado, dijo riendo: -Señora, sería gran cortesía que dieseis a conocer a todas quién es, para que por ignorancia no os fuese arrebatada vuestra posesión, ya que así os enojaríais.

Después de ésta, se cantaron muchas otras; y estando ya la noche casi mediada, cuando plugo al rey, todos se fueron a descansar. Y al aparecer el nuevo día, levantándose, habiendo ya el senescal mandado todas las cosas por delante, tras de la guía del discreto rey hacia Florencia tornaron; y los tres jóvenes, dejando a las siete señoras en Santa María la Nueva, de donde habían salido con ellas, despidiéndose de ellas, a sus otros solaces atendieron; y ellas, cuando les pareció, se volvieron a sus casas.

domingo, 17 de octubre de 2010

LAZARILLO DE TORMES. GUION DE LECTURA

EL LAZARILLO DE TORMES


NOTAS PARA REALIZAR EL TRABAJO:
A) Las cuestiones del Prólogo resuélvelas una vez hayas leído toda la novela; pero lee el Prólogo al principio.
B) Las cuestiones que empiezan con un guión son meras observaciones para ser tenidas en cuenta, pero no hay que responder nada a ellas.



PRÓLOGO.

1. Fíjate que la novela comienza con la palabra "Yo...". ¿Se quiere destacar algo, además de dejar clara la 1ª persona autobiográfica del narrador?

2. Al comenzar "Yo por bien tengo que cosas tan señaladas y por ventura nunca oídas ni vistas vengan a noticia de muchos y no se entierren en la sepultura del olvido", ¿qué pretende el autor con ello? ¿Crees que las cosas que luego se cuentan son de verdad "nunca vistas ni oídas"? Ahora, después de haber leído la novela, sabes ya que lo que se cuenta es la degradación de Lázaro y su deshonra final, ¿si Lázaro fuera el autor -no sólo el narrador- crees que le interesaría que esto viniera a "noticia de muchos"?

3. "...pues podría ser que alguno que las lea halle algo que le agrade, y a los que no ahondaren tanto los deleite": ¿qué dos niveles de lectura se están estableciendo y qué busca cada uno de ellos?

4. ¿Es normal en un personaje de la cultura de Lázaro tanta cita a autores clásicos: Plinio, Tulio (Cicerón)? ¿El autor podría ser el narrador?

5. ¿Por qué se menciona al "soldado primero de la escala"? ¿Quién se identifica con él, Lázaro o el autor anónimo? ¿Comprendes ahora el "peligro" del autor al escribir la obra? ¿Quién vive "con tantas fortunas [sentido negativo], peligros y adversidades" y por qué?

6. ¿La novela tiene forma epistolar? ¿Quién es el narratario? Si consideramos que el envío de una carta es un acto de comunicación, ¿puedes identificar cada uno de los elementos o factores que intervienen en él?

7. Se va a contar el caso desde el principio. Es decir, el proceso que explica por qué Lázaro llega a ese caso final. ¿Cuál es el caso?


TRATADO I

- Observa el "Pues..." ilativo con el que se conecta con el Prólogo.

- El comienzo de este tratado parodia las novelas de caballerías.

1. ¿Tiene algúna significación o simbolismo "de manera que con verdad me puedo decir nascido en el río"?

- Observa el carácter irónico de las "ciertas sangrías mal hechas".

2. Observa la parodia del Evangelio. El autor conoce bien los textos sagrados. ¿Qué profesión pudiera tener el autor?

3. La madre de Lázaro "determinó arrimarse a los buenos por ser uno de ellos: será entonces cuando empiece a deshonrarse. Lázaro también se propone arrimarse a los buenos en su momento, ¿qué crees que le ocurrirá entonces?

4. ¿Cuando empieza Lázaro a darse cuenta de que lo bueno es lo útil? Esta forma de pensar Lázaro la mantendrá hasta el final.

- La anécdota del niño negro que se asusta al ver a su padre es tradicional. Pero aquí está perfectamente introducida, pues es una forma de "ver lo negro" en los demás y no en uno mismo.

- "Zaide" es nombre típico para moriscos, como Bautista lo es de mayordomos.

5. ¿Qué tienen en común el padre y el padrastro de Lázaro?

6. La crítica anticlerical, señálala. ¿Es fuerte?

- Fíjate que su padre, madre, padrastro, todos "padecen persecución por justicia". Así queda claro el origen sin "honra" de Lázaro.

7. ¿Cuándo deja Lázaro de ser un niño inocente y se da cuenta de que el mundo es un engaño? A partir de ahora se inicia el aprendizaje del engaño, que llegará al punto de que al final Lázaro incluso aprenderá a engañarse a sí mismo.

8. ¿Conoces algún caso más del "ciego como maestro"?

9. ¿Cómo caracteriza Lázaro al ciego? ¿A qué se dedica?

- Reza el ciego, "con muy buen continente". Te recordará posteriormente a alguien. Empezamos a descubrir que se vive del engaño, que una cosa es la apariencia y otra la realidad.

- ¿A quién te recuerda lo de "sangraba el avariento fardel"?

- Observa el trabajo sutil de Lázaro con el jarro de vino. Por otra parte, podrás comprobar que el vino tendrá una gran importancia en la vida de Lázaro.

- La anécdota de las uvas es tradicional, es decir, que no es original del autor; pero la inserta perfectamente en la narración, de tal forma que parece propia de Lázaro y del ciego. No es el único caso, y es algo que el autor enhebra perfectamente.

- Esta alusión a las "sogas" es una premonición de uno de los trabajos posteriores (pregonero de los delitos de los reos en las ejecuciones). Premoniciones de este tipo son muy frecuentes.

- La alusión a los cuernos "¡Oh mala cosa, peor...!" se cumplirá al final también. Observa así cómo la narración se va engarzando.

- Las palabras "Yo te digo -dijo- que, si un hombre en el mundo ha de ser en el mundo bienaventurado con vino, que serás tú" también se cumplirá al final: pregonero de vinos.

10. Se dice "como quien espera tope de toro" para que asociemos esta calabazada con otra, ¿cuál? ¿Qué se pretende así? ¿Qué tipo de estructura se forma en la narración con el ciego?


TRATADO II

11. Lázaro huye a "Maqueda (Toledo)". Dibuja un mapa con el trayecto de Lázaro desde Salamanca, ¿qué hay de raro en el trayecto? ¿Cómo lo explicas?

- "adonde me toparon mis pecados con un clérigo". Este comienzo, ¿qué presagia ya? Se confirma con "escapé del trueno y di en el relámpago".

12. Qué crítica al clero se realiza en este párrafo inicial.

- Rápidamente la acción se va a centrar en el arcaz, ¿por qué?

13. Observa la lucha sutil de Lázaro contra las cosas que guardan la comida o bebida: el fardel y el jarro del ciego, el arcaz. ¿Quiénes se afanaban también antes en esa lucha contra las cosas que guardan el sustento? ¿Qué se quiere significar así?

- Como observarás, en el clérigo cualquier parecido con la caridad cristiana es pura coincidencia.

14. ¿Dónde se realiza otra crítica, ya no al clérigo de Maqueda, sino a la Iglesia misma?

- Lázaro cree que un tercer amo empeorará la situación. Así ya se anticipa el tratado III (Escudero).

- Observa la ironía de Lázaro: "alumbrado por el Espíritu Santo".

- Dice "angélico calderero"; y "veo en figura de panes, como dicen, la cara de Dios dentro del arcaz". ¿Sabes que la tradición judía "ve" a Dios en el "Arca" de la Alianza?

15. ¿Qué sabes del problema de los judíos conversos en esta época? Busca información.

- El arcaz es ahora "paraíso panal". Fíjate cómo se están parodiando elementos religiosos y bíblicos.

- De nuevo Lázaro muestra su habilidad y sutilidad al desmigajar el pan.

- Fíjate que Lázaro también recibe otra calabazada con este amo, aunque más terrible que la del toro de piedra.

- Es bien triste: el clérigo de Maqueda le enseña lo que es pasar hambre para que sea así agradecido al otro clérigo que le da el pan al final (el Arcipreste de San Salvador).

- El tratado también tiene una estructura circular: empieza con Lázaro en la puerta pidiendo limosna al clérigo y termina con éste cerrándole la puerta.

16. Compara estas cuestiones entre los tratados I y II:

· el espacio (abiertos, cerrados...)

· el paso del tiempo (rápido, lento...)

· el movimiento de los personajes (dinamismo, estatismo...)

· la acción (múltiples o única, interior o exterior...)

· el uso y frecuencia del diálogo...

· focos de interés...

· los amos de Lázaro.

- Se va creando una gradación negativa: el clérigo es aún peor que el amo anterior. Es un gorrón, un mezquino y un roñoso. En este tratado se intensifican las dificultades. No da de comer a Lázaro y encima se burla de él. Hay una crítica a los clérigos miserables de la época, muy frecuentes. El hambre aviva el ingenio de Lázaro. Pero también se aviva la crueldad del amo.

17. ¿Cuál es el principal tema de este tratado?


TRATADO III

- Lázaro habla de que sale adelante "con ayuda de las buenas gentes", ¿quiénes son éstas?

- "Topóme Dios". Ese "topóme" ya nos recuerda negativamente a otro amo, ¿cuál? ¿Qué se pretende con esa coincidencia?

18. Qué sabes de los escuderos de la época. Qué ventajas conllevaba.

- A partir de ahora Lázaro se irá dejando engañar por las apariencias, el hábito y el continente del escudero, hasta que Lázaro descubre la "verdad".

19. ¿Qué hacía el escudero por las calles desde antes de las ocho de la mañana y por el mercado y por la iglesia mayor?

20. Cuando descubre la verdad, ¿cómo reacciona Lázaro?

21. El escudero, aun cuando Lázaro saca el pan de su seno, le pregunta si es amasado de manos limpias. ¿Por qué?

- Observa la ironía del autor en las palabras del escudero "vivirás más y más sano" y en el pensamiento subsiguiente de Lázaro.

- Observa cómo el escudero se preocupa sobremanera de su apariencia.

22. Recoge la frase donde Lázaro habla de "la negra que llaman honra" y explica su sentido.

- Lázaro también aprendió del ciego a mendigar.

23. Qué sentimientos tiene Lázaro para con el escudero.

- Durante la década de 1540 hubo años estériles y decretos prohibiendo la falsa mendicidad o la mendicidad a pobres extranjeros.

24. Dónde se alude a las posibles primeras relaciones sexuales de Lázaro.

- Fíjate cómo simula ante los demás el escudero que come, "por lo que toca a su negra, que dicen, honra".

- Dice el escudero: "Eres mochacho [...] y no sientes las cosas de la honra, en que el día de hoy está todo el caudal de los hombres de bien". Lázaro se dará cuenta de que es honrado quien lo parece, por eso más adelante se preocupará de parecerlo.

- Observa el falso sentido del orgullo y de la honra en el escudero (en el asunto de no quitarse el bonete o en el de "manténgaos Dios").

25. La calle Costanilla de Valladolid era una calle comercial, habitada sobre todo por conversos. ¿Podríamos asociar este detalle a la obsesión del escudero por la limpieza?

26. El escudero no quiere rebajar su honra sirviendo a clérigos o señores de poca monta. Pero si sirviese a grandes señores, ¿qué haría? ¿Se vive de la realidad y de la verdad, o de la apariencia y el engaño? ¿Pero sólo se critica a los sirvientes o también a los señores?

27. ¿Por qué abandona el escudero a Lázaro?

28. ¿Por qué decimos que el tema central de este tratado III es el de la apariencia y la falsa honra?

- De todo esto deducimos, igual que Lázaro, lo siguiente: la realidad no es lo que parece, podemos ver equivocadamente y superficialmente la realidad, la realidad es más honda y está detrás de la apariencia, por tanto hay que descubrirla (interpretarla): como sucede con la propia obra del LT. Recordemos lo que se decía en el prólogo. Evidentemente, otros temas secundarios son la caridad y la mendicidad y las relaciones humanas (entre criado-señor).


TRATADO IV

29. ¿Qué diferencia fundamental observas, a simple vista entre este tratado y los anteriores? ¿A qué puede deberse?

30. ¿Por qué esas mujercillas le llaman "pariente"?

31. ¿Cuál es la intencionalidad de este tratado?

32. ¿Tú crees que Lázaro, acostumbrado a tantos trotes, no podría aguantar un trote normal con el fraile? Cosa rara, ¿no?

33. Lázaro, hasta ahora, ha contado todo y además con detalle. ¿Por qué nos oculta ahora "otras cosillas que no digo"?


TRATADO V

34. Qué eran las bulas y quiénes los bulderos.

35. Una de las críticas más fuertes de los reformadores fue contra los falsos milagros, la milagrería. Resume los dos falsos milagros.

36. Intencionalidad de este tratado V.

37. A diferencia de otros tratados, ¿quién es el protagonista de éste?


TRATADO VI

38. Maestro de pintar panderos: ¡sólo en dos líneas! Sufre mil males y no nos cuenta ninguno. Entonces, ¿por qué menciona a este amo, qué significación tiene?

- Luego se convierte en aguadero (primer escalafón para alcanzar "buena fortuna"). Ya empieza él a elegir amos, a proyectar, prácticamente, su vida para el futuro: escalar puestos sociales, medrar, instalarse lo más cómodamente posible para obtener beneficios prácticos.

39. Al aguador lo encuentra en la "iglesia mayor", ¿qué hace Lázaro ahí? ¿Quién visitaba también esa iglesia mayor?

40. Qué se critica en este amo (el capellán).

41. Qué hace Lázaro para vestirse "muy honradamente" y de quién aprendió que la apariencia es lo que da la honra.


TRATADO VII.

42. Qué demuestra Lázaro en su estancia con el alguacil (se instala en la justicia, aunque lo deja por peligroso).

- Luego, corrompiéndose más poco a poco, para conseguir beneficios materiales, se instala con un oficio real: pregonero (de los oficios más bajos y viles de la época); pero ya se considera el Lazarillo como bien asentado.

43. El Arcipreste de San Salvador le hace casarse con una criada suya, ¿para qué?

44. Qué se quiere dar a entender con "Mas malas lenguas, que nunca faltaron ni faltarán, no nos dejan vivir, diciendo no sé qué y sí sé qué de que veen a mi mujer irle a hacer la cama y guisalle de comer".

45. ¿Por qué recuerda Lázaro lo que le decía el ciego en Escalona "estando asido al cuerno"?

- Lázaro no quiere creerlo, pues como le dice el Arcipreste "quien ha de mirar las malas lenguas nunca medrará". Malas lenguas = verdad. Lázaro ha aprendido que lo bueno es lo provechoso.

46. ¿Qué sentido tiene ahora la decisión de Lázaro de "yo determiné arrimarme a los buenos"? ¿Recuerdas qué sucedió a su madre en el Tratado I cuando también determinó lo mismo?

- La postura ante la sociedad es de desaliento, desesperanzadora. No sigue criterios morales, sino materiales. Es preferible vivir bien en el engaño a vivir mal en la verdad. Lázaro llega a la culminación en el arte del engaño: engañarse a sí mismo.

- Fíjate qué fuerte: "Que yo juraré sobre la hostia consagrada que es tan buena mujer como vive dentro de la puertas de Toledo". Tú ya sabes la verdad, ¿no?

47. La actitud cínica de Lázaro, triunfalista al final, coincide con la entrada de "nuestro victorioso Emperador" en Toledo. ¿Por qué se establece la coincidencia entre ambas situaciones, la del Lazarillo y la de España?

domingo, 26 de septiembre de 2010

LITERATURA DE LA INDIA ANTIGUA. EL PANCHATANTRA

Panchatantra, Cuento XIX

Vivían en un lugar dos amigos llamados Dharmabudhi y Papabudhi. Un día pensó Papabudhi: “Soy un tonto que me dejo dominar por la pobreza. Voy a coger a Dharmabudhi y marcharme con él a otro país.” Al otro día dijo a Dharmabudhi:

—¡Amigo!, cuando seas viejo, ¿qué podrás contar de ti? Sin haber visto extrañas tierras, ¿qué historias podrás contar a tus hijos? Pues se ha dicho:

Quien no ha conocido las diversas lenguas, costumbres y demás cosas de los países extraños recorriendo la superficie de la tierra, no ha recogido el fruto de su nacimiento.

Así, pues:

El hombre no adquiere completamente la ciencia, la riqueza ni el arte si no recorre la Tierra admirando un país después de otro.

Gozoso Dharmabudhi al oír estas palabras, con permiso de sus mayores partió en día favorable y en compañía de aquél hacia un país extranjero. Allí, moviéndose Papabudhi, gracias a la capacidad de Dharmabudhi, adquirió una gran fortuna. Entonces, contentos ya los dos con la abundante riqueza que poseían se volvieron a casa muy impacientes. Pues se ha dicho:

Aquellos que han residido en tierra extraña adquiriendo ciencia, riqueza o arte, cuando vuelven a su casa la distancia de una kroza les parece de cien yojanas.

Pero cuando ya estaban cerca del pueblo, dijo Papabudhi a Dharmabudhi:

—Amigo, no conviene que llevemos a casa todo este dinero, porque nos lo pedirán la familia y los parientes. Ocultémosle bajo tierra, aquí en la espesura del bosque, y tomando sólo un poco, entremos en casa; luego, cuanto tengamos necesidad, nos reuniremos aquí los dos y nos lo llevaremos. Pues se ha dicho:

Nunca el sabio enseñará su riqueza por pequeña que ¿Esta sea; pues a la vista de ella dembia el corazón, aunque sea el de un asceta.

Así, pues:

Como los peces devoran su alimento en el agua, las bestias en la tierra y los pájaros en el aire, así el rico es saqueado en todas partes.

Al oír esto Dharmabudhi, dijo:

—Está bien, amigo, hagámoslo.

Hecho así, se fueron ambos hacia su casa, donde se acomodaron con toda felicidad. Pero otro día, de noche volvió Papabudhi al bosque, cogió todo el dinero, llenó el hoyo y se fue a casa. Luego, a pocos días, fue a verle Dharmabudhi, y le dijo:

—¡Amigo!, como tengo tan numerosa familia, estamos ya sin dinero; vamos, pues, y saquemos de aquel sitio un poco de dinero.

—Amigo- contestó aquél—, hagámoslo así.

Mas cuando llegados al sitio cavaron en él, vieron ambos vacío el depósito. Dándose entonces Papabudhi un golpe en la cabeza, dijo:

—¡Ah, Dharmabudhi!; tú te has llevado el dinero y nadie más; y señal de ello es que has cubierto de nuevo el hoyo. Dame, pues, la mitad-, si no, te denuncio a la justicia.

—¡Ah, criminal! —dijo aquél—; no digas eso, que yo sin ninguna duda soy de conciencia recta, y nunca cometo un acto de ladrón. Y se ha dicho:

Aquel que mira a la mujer de otro como a su madre, las riquezas ajenas como terrones del suelo y a todas las criaturas como a sí mismo, es verdadero sabio.

Disputando los dos llegaron a casa del ministro de la justicia y le enteraron del hecho, acusándose mutuamente. Y como los encargados de la administración de justicia dispusieron que se celebrara un juicio de Dios, cuando se les obligaba a él, dijo entonces

Papabudhi:

—¡Ah!, aquí no se ha cumplido con el procedimiento, pues se ha dicho:

Cuando surge una disputa, lo primero que procede es la prueba documental; a falta de esta, los testigos, y sólo cuando tampoco los haya, aconsejan los prudentes el juicio de Dios.

Y en este pleito son mis testigos las divinidades del bosque. Que se les pregunte, pues; ellas dirán quién de nosotros dos es el justo o el ladrón. Entonces dijeron todos:

—Verdad es lo que acabas de decir. Porque se ha dicho:

Cuando en un pleito se presenta un testigo, aunque este sea un hombre de la última clase, no procede el juicio de Dios. ¡Cuanto menos sí son testigos las divinidades!

Y nosotros tenemos gran curiosidad por ver el fin de este pleito; así que mañana por la mañana habéis de venir con nosotros allí al sitio del bosque. En seguida se fue Papabudhi a casa y dijo a su padre:

—Padre, esta gran cantidad de dinero se la he robado yo a Dharmabudhi, y con una sola palabra tuya quedará en disposición de que la disfrutemos como un maduro fruto. De otro modo desaparecerá junto con mi vida.

—Hijo mío —contestó aquél; di pronto lo que se ha de decir, para que asegure yo esta fortuna.

—Padre —dijo Papabudhi—; hay en esta región un gran Zami en cuyo tronco hay un gran hueco. Te vas y te metes en él enseguida; y mañana por la mañana, cuando yo pronuncie el juramento, di entonces: Dharmabudhi es el ladrón.

Así se hizo; al día siguiente por la mañana tomó un baño Papabudhi, y siguiendo a Dharmabudhi en compañía de los jueces, al llegar junto al Zami, dijo con voz penetrante:

El Sol y la Luna, el Viento y el Fuego, el Cielo,
la Tierra, el Agua, el Corazón y Yama,
el Día y la Noche y los dos Crepúsculos,
y sobre todo Dharma, conocen la conducta del hombre.

—Decid, pues, divinidades del bosque, cuál de nosotros dos es el ladrón.

El padre de Papabudhi, que estaba en el hueco del Zamí, dijo: «Dharmabudhi es el ladrón.» Admirados y con los ojos abiertos quedaron todos los jueces al oír esto; y mientras buscaban mirando en el Código la pena que debían imponer a Dharmabudhi, proporcionada a la suma que había robado, recogió éste buen montón de combustible y cercando con él el tronco del Zami, le prendió fuego. Y encendido el tronco del Zami, salió de él el padre de Papabudhi dando gritos de dolor, con el cuerpo medio quemado y los ojos espantados. Preguntado entonces por todos ellos, contóles todo lo hecho por Papabudhi. En seguida los jueces hicieron colgar a Papabudhi de una rama del Zamí, y dando la enhorabuena de Dharmabudhi, dijeron:

—¡Ah!, bien se ha dicho:

El sabio debe pensar no sólo en el medio, sino también en el remedio.

TRABAJO DE EDIPO REY

EDIPO REY, SÓFOCLES. TRABAJO PARA LA LECTURA.

A. EL AUTOR Y SU ÉPOCA

1. Reseña biográfica del autor

2. Obra del autor

3. Momento histórico

B. EL TEATRO GRIEGO

1. Características y función del teatro griego

2. La tragedia griega.

3. Principales autores dramáticos griegos

C. EDIPO REY

1. Estructura externa de la obra

2. Estructura interna de la obra

3. Tema principal y secundarios

4. Brevísimo argumento

5. Personajes principales (con citas textuales que justifiquen los análisis)

6. Antecedentes de Edipo: según lo concerniente al mito de Edipo, ¿qué le sucede antes de ser rey de Tebas para que le asciendan a ese cargo real?

7. ¿Qué simbolismo se procura con la ceguera de Tiresias y el hecho final de que Edipo hiera sus ojos hasta cegarse?

8. La tragedia que se desencadena en la obra, ¿es culpa de los dioses o los hombres?

9. Función del coro

10. Las tragedias clásicas no incluyen acotaciones (paratextos), porque los propios autores muchas veces dirigían sus obras; pero de todas maneras, hay “acotaciones” en los propios diálogos de los personajes. Busque algunos ejemplos en el texto.

11. Busque ejemplos en el texto de “ironía trágica”

12. Busque qué es una anagnórisis y argumente si existe en la obra

13. ¿Tendría la obra algún tipo de moraleja?

14. Estilo de la obra (con citas textuales)

15. ¿Por qué Freud se fundamenta en esta obra para el arquetipo de su “complejo de Edipo”?

D. OPINIÓN PERSONAL RAZONADA

E. BIBLIOGRAFÍA

EDICIONES RECOMENDADAS:


- Ayax. Las Traquinias. Antígona. Edipo Rey. Sófocles. Alianza Editorial

- Edipo Rey. Sófocles. Gredos (Edic. de Bolsillo)

- Edipo Rey. Sófocles. Cuarto Propio

- Edipo Rey. Sófocles. Lucina

- Edipo Rey. Sófocles. Bruguera

- Edipo Rey. Sófocles. Santillana

domingo, 1 de agosto de 2010

TEATRO. ACTIVIDADES PARA SEPTIEMBRE

TEATRO. ACTIVIDADES PARA SEPTIEMBRE:


1. Lectura y resumen de las tres piezas preparadas en clase, pertenecientes a Retablo Jovial, de Alejandro Casona (se aconseja la edición de Editorial Bruño, Colección Anaquel):

- La fablilla del secreto bien guardado

- Farsa del cornudo apaleado

- Farsa y justicia del Corregidor.


2. Interpretación del siguiente monólogo de La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca:

Segismundo:

¡Ay mísero de mí, y ay, infelice!

Apurar, cielos, pretendo,
ya que me tratáis así
qué delito cometí
contra vosotros naciendo;
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido.
Bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor;
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.

Sólo quisiera saber
para apurar mis desvelos
(dejando a una parte, cielos,
el delito de nacer),
qué más os pude ofender
para castigarme más.
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás nacieron,
¿qué privilegios tuvieron
qué yo no gocé jamás?

Nace el ave, y con las galas
que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma
o ramillete con alas,
cuando las etéreas salas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que deja en calma;
¿y teniendo yo más alma,
tengo menos libertad?

Nace el bruto, y con la piel
que dibujan manchas bellas,
apenas signo es de estrellas
(gracias al docto pincel),
cuando, atrevida y crüel
la humana necesidad
le enseña a tener crueldad,
monstruo de su laberinto;
¿y yo, con mejor instinto,
tengo menos libertad?

Nace el pez, que no respira,
aborto de ovas y lamas,
y apenas, bajel de escamas,
sobre las ondas se mira,
cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad
de tanta capacidad
como le da el centro frío;
¿y yo, con más albedrío,
tengo menos libertad?

Nace el arroyo, culebra
que entre flores se desata,
y apenas, sierpe de plata,
entre las flores se quiebra,
cuando músico celebra
de las flores la piedad
que le dan la majestad
del campo abierto a su huida;
¿y teniendo yo más vida
tengo menos libertad?

En llegando a esta pasión,
un volcán, un Etna hecho,
quisiera sacar del pecho
pedazos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón,
negar a los hombres sabe
privilegio tan süave,
excepción tan principal,
que Dios le ha dado a un cristal,
a un pez, a un bruto y a un ave?

martes, 29 de junio de 2010

4º ESO. LENGUA. RECUPERACIÓN FINAL DE TODAS LAS EVALUACIONES

1ª EVALUACIÓN. RECUPERACIÓN FINAL DE JUNIO 2010

APELLIDOS ............................................................................... NOMBRE .................

1. Explica los siguientes conceptos, y, si es posible, ejemplifícalos: lenguaje – lengua – habla – lenguaje verbal – lenguaje no verbal – rasgos suprasegmentales – enunciado no oracional – entonación enunciativa parcial - analepsis o flashback – estructura in media res

2. Diferenciación entre Fonética y Fonología.

3. *Transcribe fonológicamente las siguientes palabras:

cigüeña                                                                  guerrillero

cochera                                                                 virgencita

4. De qué lengua proceden las lenguas románicas. Cita seis lenguas románicas.

5. Explica los tipos de narrador.

6. *Los niveles de estudio del lenguaje: planos o niveles de estudio; objeto de estudio de cada nivel; unidades principales; principales disciplinas o ramas de estudio.

7. Analiza sintácticamente las siguientes oraciones simples:

a) Su amigo Carlos se está acordando siempre de aquel viaje a la montaña.

b) Esa película les pareció por la tele muy aburrida.

c) Los dos tenistas terminaron el decisivo partido tremendamente agotados.


2ª EVALUACIÓN. RECUPERACIÓN FINAL DE JUNIO 2010
APELLIDOS ............................................................................... NOMBRE ....................

1. . Explica los siguientes conceptos, y, si es posible, ejemplifícalos: cultismo – palabra patrimonial – doblete - oración transitiva - oración atributiva – pasiva refleja – proposición – oración coordinada disyuntiva – oración coordinada adversativa – oración interrogativa directa parcial

2. *Clasifica las siguientes palabras en (separando primero los monemas e indicando su tipo: lexemas y clase de morfemas):

a. simples / compuestas

b. primitivas / derivadas / parasintéticas


alunizaje - enrabietar - parachoques - impresentable - según - animales


3. Explica y ejemplifica las diferencias entre la coordinación, la subordinación y la yuxtaposición.

4. Indica si las siguientes oraciones son personales o impersonales. Si es personal, señala el sujeto (elíptico o explícito); si es impersonal, señala el tipo.

a. Se leyó en alto la feliz noticia.

b. Habrá que trabajar bastante mas la asignatura.

c. Llueven las críticas al gobierno por su política.

d. Sobran todas esas sillas en la habitación.

e. Estuvo nevando en el valle toda la noche.

f. Te llaman por teléfono.

g. A las siete de la mañana ya es de día.

h. Ha habido muchos problemas con el nuevo empleado.

i. Se aplaudió a los jugadores al final del partido.

j. Se creyó todas las mentiras de su hermano.


3ª EVALUACIÓN. RECUPERACIÓN FINAL DE JUNIO 2010
APELLIDOS ..................................................................................... NOMBRE ..............

1) Sobre las siguientes oraciones compuestas:

a) envuelve en círculo los nexos;

b) subraya la proposición subordinada; si son coordinadas, indica cuál es la P1 y cuál la P2;

c) indica el tipo de oración.


1. Los periodistas aún no saben cuándo se celebrará la rueda de prensa.

2. Se llevará a cabo un reajuste de plantilla; es decir, habrá despidos de trabajadores.

3. Este presidente es nefasto y un incompetente; por tanto, debería dimitir ya.

4. Si quieres venir esta tarde de paseo, llámame por teléfono.

5. En tanto que tú buscas la documentación, yo voy haciendo las maletas.

6. El tesoro no estaba donde el mapa de los piratas señalaba.

7. Unos atacaron por el flanco derecho, otros por la retaguardia del enemigo.

8. No iremos mañana al campo, porque me temo que lloverá bastante.

9. O apruebo el examen o tendré que estudiar todo el verano.

10. Era una persona de carácter fuerte; no obstante, tenía un gran corazón.

11. Aquel chico ya no se acuerda de que en la reunión diste la cara por él.

12. A él no le importa demasiado que su novia le haya dejado.

13. Tú debes hacer la reparación del coche como te han indicado los mecánicos.

14. Me tomaré los estudios en serio para ganarme la vida dignamente.

15. Mañana no saldré con los amigos ni tampoco contigo.

16. Los dos niños están hartos de que los traten como a inútiles.

17. Los testigos que vieron el crimen declaran hoy en el juicio.

18. Aunque estaban agotados, ascendieron hasta la cima de la montaña.

19. La madre era más divertida que su hija.

20. Los trabajadores, engañados por el presidente, están cabreadísimos.


2) Explica el proceso de formación de las lenguas peninsulares hasta la actualidad siguiendo este orden:

a) Por qué se produce la fragmentación del latín vulgar.

b) Qué dialectos se forman a partir de la fragmentación del latín.

c) Qué sucede con esos dilectos; cuáles acaban siendo lenguas, cuáles quedan como dialectos y cuáles desaparecen.

d) Cuáles son en la actualidad las lenguas de España.



3) Cuáles son los dialectos meridionales del español.

4) Señala con ejemplos tres rasgos característicos del dialecto andaluz y otros tres del español de América.